El ingenio, como sugiere Jacob Burckhardt, es un elemento concomitante de "aquel nuevo individualismo tan altamente desarrollado", que aparece en el Renacimiento. El ingenio occidental, que culmina en Oscar Wilde, es agresivo y competitivo. Es un lenguaje aristocrático de maniobra social y exhibición sexual. Ingleses y franceses al unísono crearon este estilo inquebrantable, que apenas tiene equivalencias en el Lejano Oriente, donde el humor cultivado tiende a ser suave y difuso.
CAMILLE PAGLIA, Sexual personae, Valdemar, 2006, traducción de Pilar Vázquez Álvarez, pág. 305.