Escribir versos “salidos totalmente del corazón” es una falsa ilusión, es algo que no existe. Necesítase la forma, el lenguaje, los versos, la elección de las palabras, y todo esto no tiene lugar en “el sentimiento”, sino en la razón. Bien es verdad que algunos poetas menores eligen sus formas de un modo inconsciente, es decir, imitan formas de versificación extraídas del recuerdo, pero el hecho de que no sepan lo que hacen no altera en nada el proceso. En la lírica de los grandes maestros, desde Píndaro hasta Rilke, no hay nada escrito “exclusivamente con el corazón”, como usted dice, sino todo con la máxima elección y esfuerzo, con la concentración más rigurosa y, a menudo, con un examen minucioso de las leyes y formas heredadas. “Con el corazón” se escriben en caso de apuro cartas y folletines, pero no versos.
HERMANN HESSE, Lecturas para minutos, Alianza Editorial, Madrid, 1977,
traducción de Asunción Silván, pág. 114.