Federico García Lorca


Ningún hombre verdadero cree ya en esta zarandaja del arte puro, arte por el arte mismo. En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo. Hay que dejar el ramo de azucenas y meterse en el fango hasta la cintura para ayudar a los que buscan las azucenas.


FEDERICO GARCÍA LORCA, declaraciones a El Sol, 10 de julio de 1936, recogido por Ian Gibson en Lorca-Dalí. El amor que no pudo ser, Plaza & Janés, Barcelona, 1999, pág. 268.